¿Debo evitar que me copien?

¿Debo evitar que me copien?

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¿Evitar o no que me copien? En la era digital y de las redes sociales veo cada vez más preocupación por si este o aquel me ha copiado, o el citar la fuente de mi información con una preocupación

Deja que te diga una cosa: si te cabrea sobremanera que te copien, es que no has entendido el juego. Me explico.

Una bonita historia de plagio

Corría el año 2007 cuando un cliente (empresa TOP de Barcelona con la que ya habíamos hecho un proyecto) nos pidió innovar en el diseño de un recuperador de calor (un equipo que climatiza los edificios).

Esta vez el encargo fue extraño, diferente al anterior. Primero querían ver una idea (sin pagarla), y luego decidirían si la llevaban a cabo o no. También extraño porque mi interlocutor cambió. Esta vez se trataba de un directivo francés.

La idea al parecer no les encajó.

A los pocos meses leo la noticia de que los alumnos de una escuela de diseño francesa cercana al pirineo catalán habían participado en un concurso de innovación promovido por esta misma empresa.

¿Te imaginas el proyecto ganador? Efectivamente, no era sólo la misma idea mía, sino que además era exactamente el mismo diseño. La misma forma, línea por línea, curva por curva.

En aquella época reaccioné con mucho cabreo. Llamé al cliente y la cosa no acabó bien.

Lo que pienso respecto a que me copien

Desde entonces hasta hoy ha llovido mucho y yo he cambiado mis pensamientos respecto a que me copien. Te lo resumo en una lista de aprendizajes:

  • Cuando me cabrea exageradamente porque me copian es porque estoy en modo “escasez ON”.
  • O porque estoy frustrado porque a mí no me salen las cosas como quisiera y a ese que me copia sí. Mala señal la frustración.
  • La energía de cabrearme y estar focalizado en aquellos que me copian, no mola. Prefiero usar esa energía para otras cosas.
  • Si me copian es porque he hecho algo de valor ¿No? Pues he de sentirme orgulloso de mí.
  • La gente no me compra sólo por el valor que les aporto. Me compra por cómo soy. Con tu empresa pasa lo mismo.
  • Tu autenticidad, cómo eres (tú o tu empresa), es tu auténtico valor y es inimitable.
  • La semana pasada me reuní con algunas personas que me leen en mi newsletter y todos, absolutamente todos han coincidido: “me encanta el valor que aportas pero sobre todo cómo piensas, cómo comunicas y que lo que cuentas lo has vivido en primera persona y no viene sólo de haber leído libros”.
  • No a todos a los que puedo ayudar son mis clientes. Es fundamental elegir a mis clientes. Perdón, es fundamental que los clientes te elijan por cómo eres.
  • Así que en lugar de esconderme para que no me copien me expongo aún más para ser un potente imán para toda la tribu de inconformistas a los que les gusto yo, sin más.

No se trata de ser el primero, se trata de ser único

Ahora que sé qué es lo que realmente tiene valor, y que ni tú ni yo podemos ser copiados, he de decirte que me encanta que me copien. Tal cual.

En mi caso no he tenido más remedio que aprender esta lección de vida. Ser autor de varias patentes mundiales, reconocido con 6 premios internacionales de innovación, creador de negocios originales y de metodologías propias y llevar la autenticidad por bandera hace que sea casi imposible que no me quieran copiar.

Pero es que incluso en los negocios digitales, veo mucho gurú que presume de “ser el primero” en esto o aquello, y estoy seguro que piensan que yo u otros les hemos copiado. Este señor o señora no sabe que algunos ya estábamos ahí hace “tan sólo” 15, 20 o 30 años.

Dos cosas señor gurú digital: 1. no eres el primero y 2. no pasa nada por no ser el primero. Es tu esencia (tu autenticidad) la que vende. Y otra cosa, yo ya no compito por ser el primero. Ya no corro. Ojalá aprendas esta lección pronto. De nada, te lo doy gratis.

Hoy mismo me acabo de dar cuenta que mi competencia se lee todos, absolutamente todos los emails que envío (cada semana) desde hace años. Y ahora entiendo cómo algunas actividades e incluso su forma de hablar y algunos términos se parecen sospechosamente a los míos.

Y hoy esto me ha alegrado.

Ese competidor es un fisrt-class-player, vamos, una empresa top, y que yo sea un referente para él es todo un orgullo. Y por otro lado prefiero que copien mis valores y mi propósito que no los de otros, sinceramente.

Es una manera de llegar con mi filosofía a más personas y de cumplir con mi propósito, el del movimiento HONEST STRATEGY, con más impacto.

Y esto es lo que he aprendido todos estos años sobre los plagios y demás. Chim pum.

Y tú ¿Qué opinas de todo esto? Te leo.

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