Vivimos en un paradigma social y empresarial dominado por la mediocridad, es decir, la aceptación sólo de los que encajan en la media o lo común, frente a la exclusión de los que sobresalen, ya sea por arriba, ya sea por abajo.
Frente a la mediocridad están los profesionales excelentes (que no perfeccionistas), es decir, aquellos que buscan la excelencia, el crecimiento continuo, el ser la mejor versión de sí mismos. Profesionales que funcionen en «stereo» en lugar de en «mono».
Me gustaría compartir mis reflexiones sobre lo que considero las 10 cualidades que deberían de tener los profesionales excelentes.
Motivación intrínseca
Sentirse realizado, competente, autónomo… Estas son las motivaciones que salen de dentro de un profesional excelente, sin necesidad de motivación externa. Lo que en la pirámide de Maslow sería su cúspide. La proactividad y el alto grado de motivación intrínseca es una característica de estos profesionales.
Propósito centrado en los usuarios
Y para esa motivación intrínseca qué mejor que un propósito, pero no uno cualquiera. Estos profesionales tienen siempre presente el para qué y para quiénes realizan su trabajo. Saben que ellos no son el centro si no aquellos que van a beneficiarse de su actividad y buscan, siempre que tienen dudas, dilemas o conflictos profesionales, empatizar con esos usuarios para poder tomar las mejores decisiones.
Alto nivel de comunicación
La comunicación es la “herramienta” que hace que las cosas salgan, ya que hasta los que creen que trabajan solos no lo están (hay clientes y proveedores, por ejemplo). Escucha activa, asertividad, empatía, simplicidad… todos ellos atributos de la buena comunicación que debe dominar el profesional excelente.
Alto rendimiento creativo
¿Te imaginas ante cualquier problema, imprevisto o reto disponer de manera ágil una gran batería de soluciones o alternativas? Esto es posible y es una cualidad de estos profesionales. La buena noticia es que, como casi todo, se puede adquirir con entrenamiento. Recuerda: “La creatividad es el más alto grado de inteligencia humana”, así que en la era de los robots el profesional excelente debe serlo desde la creatividad.
Cuestionamiento
Ante un conflicto ¿cómo reaccionas? El excelente es un profesional que, aunque crea que tiene al 110% la razón, frente al echar la culpa al otro, siempre se cuestiona y se pregunta ¿Qué podía haber hecho yo para evitar/ mejorar esto? ¿Qué puedo hacer para evitarlo/ mejorarlo en el futuro? Toda una asunción de responsabilidades y de humildad. Lo mismo ante el statu quo, al que no tiene miedo a cuestionar. Sin ese cuestionamiento no hay crecimiento.
Buscador de feedback
El feedback es el combustible del crecimiento y la excelencia, y parte del cuestionamiento de que uno siempre hace las cosas bien. Feedback de tu equipo, de tus colaboradores, de tus clientes, de tu pareja, de tus hijos. He creado 3 niveles de una persona respecto a su relación con el feedback de los demás. Nivel 1, encajo mal el feedback que no me gusta. Nivel 2, encajo bien el feedback (me guste o no) porque sé que me ayuda, pero soy pasivo, siempre me llega, no lo pido. Nivel 3, tengo el hábito de siempre pedir feedback. Nivel 3+, siempre pido feedback y si solo es amable, no es sincero o con valor para mejorar, sigo buscando hasta conseguir este tipo de feedback útil. Todo un acto de humildad y una excelente manera de diferenciarla de la «falsa modestia». Las personas excelentes están en el Nivel 3+.
Capacidad de crear nuevos hábitos
Este profesional tiene claro que para crecer y ser la mejor versión de sí mismo debe cambiar hábitos. Tarea que no es nada fácil pero que sabe cómo hacerlo. Y es que sabe que en realidad el hábito no hace al monje si no que hace de uno lo que quiera ser.
Gran gestor de su tiempo
El tiempo, el oro del siglo XXI. El profesional excelente sabe que dispone el mismo tiempo que todo el mundo (24h/365días) así que ha decido aprender a gestionarlo. Y en ese sentido ha aprendido a priorizar, a sintetizar, a comunicarse y a reducir la entropía (energía y tiempo empleado en tareas no productivas como ciertas reuniones, discusiones, etc.).
Alto grado de responsabilidad
Asumir la responsabilidad de un cargo, un proyecto, una tarea, es otra cualidad de estos profesionales. E incluso asumir la responsabilidad aun no habiéndole sido cedida. Sin duda su visión holística del sistema usuarios internos (empresa y cadena de valor), usuarios externos (clientes y usuarios) y sociedad y de las relaciones que se establecen entre ellos, le ayudan a asumir esta responsabilidad.
Alto grado de autoconocimiento
Este punto es la madre de todos los anteriores. El autoconocimiento requiere, debido a cómo son la sociedad y educación actuales, de un proceso consciente y yo hasta diría que guiado por otra persona. No vale con eso de “¡si yo ya me conozco!” o “¡he ido a una inmersión de 4 días transformadora!”, que seguro que ayuda (como ejemplo tenemos el Honest Summit). Pero en realidad el proceso de autoconocimiento es un proceso que lleva su tiempo (años) o incluso una vez que se empieza dura toda la vida, y que responde preguntas como ¿Por qué reacciono así a lo que me ocurre? ¿Cuáles son mis creencias y cómo las he adquirido? ¿Cuántas versiones de mí puedo ser? Y otras tantas que, una vez respondidas, me dan el poder de elegir quien quiero ser, para qué estoy aquí y qué quiero hacer. Y evita poner un filtro muy malo malote que es el filtro del Ego, que influye negativamente en todos y cada uno de los puntos anteriores para ser un profesional excelente.
¿Hay alguna cualidad que eches en falta o que te sobre?
Te invito a que te puntúes del 1 al 10 en cada uno de estas cualidades. Obtendrás un plan de formación personalizado para lo que queda de año 😉