Resulta que en la vida como en el trabajo las cosas no salen como uno desearía.
El camino planeado se retuerce convirtiéndose en una sinuosa carretera llena de desvíos, baches, cambios de rasante, raquetas, rotondas y un sin fin de figuras geométricas.
Esto es más frecuente en la era digital que vivimos, donde los cambios suceden cada vez más rápido.
Antes esta realidad podemos hacer varias cosas: estar en la queja, intentar cambiar la realidad, aceptarla e incluso aprovechar las circunstancias, aunque en principio no parezca que traen más que problemas.
En esta píldora te cuento una experiencia mía al respecto, por si te sirve de algo.
¡Que la disfrutes!