Uno de los hábitos que podemos cambiar sin mucho esfuerzo es el de pasar de comer solos a comer con otra gente.
Y es que crecemos con los demás (esto espero que ya lo tengas claro) pero no siempre encontramos tiempo para esos encuentros enriquecedores.
Si somos conscientes de que todos los días comemos podríamos aprovechar estos tiempos «muertos» para estos encuentros.
Te lo cuento en esta píldora.
¡Que la disfrutes!